miércoles, 14 de enero de 2015

SOÑANDOME EL MAR DE UN BARCO LLAMADO CÁDIZ

                                        Pasado, presente y futuro.
Va por las tres líneas de mi palma perdido;
tengo un barco sobre mi mano,
que me ha creído su mar.

Va navegando, ¡gritando!,
y preguntando a los tres brujos de mis verdades;
no le escuchan, ellos naufragaron
y viven dentro del mar de mi sangre.

Él, aún sigue insistiendo con voz de plata,
mi mano no sabe cerrársele
y a sotavento se la inclino.

Su quilla, mi piel, araña,
lo muestro al sol que sus velas dora,
él se aprende mis mareas
para no encallar sobre las rocas de mis olas.

¡Oh barco sin almirante,
 que en mí los dos somos,
hecha el ancla
y lanza el plomo
sobre mi mar rojo!

Él , suelta lastre y más velas,
se me ha vuelto sordo.

Se va enterrando en las tres líneas de mi mano
y mis dedos temen acariciarle.

Se va perdiendo y en mí queda.

Hoy  no sé por dónde me navega,
a veces suspiro

y mi aliento huele a su mar. 


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