Pasado, presente y futuro.
Va por las tres
líneas de mi palma perdido;
tengo un barco
sobre mi mano,
que me ha
creído su mar.
Va navegando, ¡gritando!,
y preguntando a
los tres brujos de mis verdades;
no le escuchan,
ellos naufragaron
y viven dentro
del mar de mi sangre.
Él, aún sigue insistiendo
con voz de plata,
mi mano no sabe
cerrársele
y a sotavento
se la inclino.
Su quilla, mi
piel, araña,
lo muestro al
sol que sus velas dora,
él se aprende
mis mareas
para no
encallar sobre las rocas de mis olas.
¡Oh barco sin
almirante,
que en mí los dos somos,
hecha el ancla
y lanza el
plomo
sobre mi mar
rojo!
Él , suelta
lastre y más velas,
se me ha vuelto
sordo.
Se va
enterrando en las tres líneas de mi mano
y mis dedos
temen acariciarle.
Se va perdiendo
y en mí queda.
Hoy no sé por dónde me navega,
a veces suspiro
y mi aliento
huele a su mar.
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