Cuando El Grañuo pasaba por la Cárcel Vieja de Cádiz, tiempo a, los presos cantaban saetas a través de las rejas de las ventanas..
Hoy, seré
libre, Padre,
y perdón te he
de pedir
porque, aunque
te cante a ti,
estaré
pensando en mi madre.
Padre, son
tres minutos de libertad,
o dos, dos
minutitos de na
que me dará la
saeta.
¡Llévate mi quejío,
paséalo
contigo por las calles estrechas
y diles, por
Dios, diles, por Dios,
que no corran a los maniguetas!
Ya te puedo
sentir de venir hacia mí.
¡Ya viene mi Greñúo!
¡Mira, mira,
por mucho que me registro
ya no me
encuentro mis penas!,
ni la voz, que
se me ha ido
ahora que te
tengo cerca,
mi Greñuo, mi Greñuo de canela.
SAETA
Padre mío
nazareno
dame tú la
libertad,
tú que eres de
Cai la luz,
¡Gitano, tenme
piedad!
¡Déjame llevar
tu cruz!
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