
Me empapé de agua fría
para odiarla.
He maullado, ronroneado, arañado,
trepado, no voy con perros
y hasta me he dejado matar siete veces
para entender a los gatos.
Me he sentido amado y rechazado,
y sobre todo temido.
Me he sentido capaz y poderoso, y libre;
y me he reído de mi sombra
en los buruñates que dibujaba
las silueta de mis morisquetas.
He aprendido los significados
del vocablo ¡Miau!
¡MIAU! Aquí mando yo.
¡Miaaau! Estoy de acuerdo contigo.
¡Miauuuu! Estoy triste y por eso lloro…
Y podría seguir relatando significados;
me han dado pena los humanos,
con una sola palabra nos entendemos los gatos.
Y se me acabó, he regresado,
he vuelto de nuevo a nuestra selva.
Desde aquí los miro y siguen libres.
¡MIAU! Y amenazando de muerte
eternamente al ratón.
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